RAQUEL Y JULIA

Cuando preparábamos las cosas para ir a Santo Domingo creíamos que íbamos a enseñarles cosas a las/los jóvenes del centro. Llevábamos preparados talleres sobre autoestima, emociones, sexualidad, etc, y aunque creemos que sí que aprendieron algo de nosotras en realidad los maestros fueron ellos, y nos volvimos a Mallorca con la mente más abierta y el corazón más lleno.

 

Gracias a ellas/os aprendimos a no juzgar a nadie, a comprender que detrás de cada comportamiento hay una historia y una realidad que deben tenerse en cuenta, y sobre todo aprendimos a compartir. Nosotras les enseñábamos anatomía, y ellos nos enseñaban sus canciones y sus historias.

 

No hay nada más dulce que sus abrazos y nada más triste que tener que dejarlos atrás. Pero no es un adiós, es un hasta pronto. Y esto, que queda aquí escrito, es una promesa de que trabajaremos mucho en todos los proyectos que tenemos sobre la mesa para que podamos ponerlos en marcha juntos. Nada nos haría más felices que veros crecer y seguir aprendiendo de vosotras/os.

COLOMA PASCUAL

Gracias a esta magnífica experiencia aprendí que siente una al ser voluntaria, que siente una al compartir y ofrecer lo mejor de ella para intentar cambiar la situación de muchos niños, de luchar por una mejor educación y vida de todos aquellos que forman el CCI, y que significa aportar un granito de arena para cambiar la situación de la población de Boca Chica.

 

Una experiencia que te llena desde el primer día gracias al amor y cariño que recibes por parte de los niños y niñas del centro. Esos abrazos y muestras de cariño no pueden expresarse con palabras ni pueden fotografiarse, simplemente se viven de una manera intensa, y se guardan en la memoria y corazón como el más bonito recuerdo del voluntariado. Hay que vivirlo para entender todos estos sentimientos y emociones, hay que recorrer sus hogares y sus barrios para entender como desgraciadamente viven día a día. Y a partir de ahí, luchar y aportar nuestro granito de arena colaborando con la Asociación, y dando lo mejor de cada uno/a de nosotros/as con el objetivo de cambiar paso a paso y mejorar la situación de Boca Chica.

 

En otras palabras, ha sido un mes de Marzo lleno de emociones y lecciones de vida,  y quiero agradecerle a la familia del CCI por hacerme sentir como en casa. También agradecer a la coordinadora del centro por confiar en mí y por todo el apoyo. He aprendido más yo de todos ellos/as que ellos de mí, son verdaderos héroes que luchan día a día por salir adelante, grandes luchadores/as que merecen todo el amor y apoyo del mundo.

 

¡Muy agradecida por la oportunidad a AEA Solidaria!

ALEX POZA

Ha sido una experiencia única y que claramente repetiría, en un principio pensé que iba a ser muy duro y lo fue, pero es algo que realmente todos necesitaríamos ver y tener de primera mano para saber que es real y que entre todos podemos hacer que esto cambie. Además este tipo de situaciones te hacen ver todo de una forma muy distinta en tu día a día pensando en lo que de verdad importa.

ISABEL ALMENDRO

 Me quedo con ganas de regresar a Bolivia, de volver a jugar con estos pequeños gran héroes, enamorada de esas miradas que tanto expresan sin mencionar palabra, de esos bebés que tanto me enseñaron de supervivencia y por supuesto muy satisfecha, con ese pequeño granito de arena que les he podido transmitir mediante una sonrisa.
Para mi ha sido una lección de vida muy importante. Recomiendo y animo a todos los que tengáis oportunidad de sentirlo, hay que vivirlo!
Gracias AEA Solidaria por esa gran labor que realizáis. Juntos seguiremos sumando!!

RAQUEL OJEDA

Desde antes de poner un pie en República Dominicana sabes que ese viaje será importante, pero hasta que no estás allí no te das cuenta que marcará un antes y un después en tu manera de ver la vida. Gracias AEA por dejarme disfrutar esta experiencia y gracias a los chic@s por las risas, los abrazos, los juegos, los chivos, por las habichuelas con dulce, las pijamadas, las excursiones a la playa, las clases de lengua y matemáticas… Gracias por abrirme la puerta de esa gran familia. Gracias

PAU RIOS

Cuando se me presentó la oportunidad de ir a pasar unas semanas a Boca Chica no dudé ni un segundo en aceptarla, ya que sabía que sería una experiencia única; pero no sabía hasta que punto sería vital. Lo único que puedo hacer es agradecer a los chic@s de allí su simpatía, amor y afecto. Lo que más me gustaría, y que espero poder hacer en breve, es volver algún día a verlos, ya que siempre los llevaré en el corazón.